Estos depósitos producen a su vez sobrepresiones al dificultar el paso del aceite, por lo que en la mayoría de los casos se terminan por reventar los retenes de los casquillos y el aceite pasa a las caracolas de admisión y escape, con los problemas que ello conlleva. Al reventarse los retenes el eje se descentra, coge holgura y las turbinas pueden llegar a rozar las paredes de la caracola, pudiéndose incluso romper los alabes y viajar hasta la cámara de combustión, lo que resulta desastroso.
Recuerda! Un turbo usado puede producir una avería más cara de lo que hubiera costado uno nuevo.
Si la holgura que tienes es muy pequeña te puede durar tiempo, sólo observa al montarlo que no silve demasiado. Asegúrate de que el circuito de engrase del turbo este cebado antes de terminar de montar y te asegurarás de que no queden burbujas de aire dentro.
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